Podemos decir que la discriminación es mala porque es todo
acto que una persona ejerce cuando separa a alguien de una sociedad o forman
grupos dejando de lado a una persona por diferentes motivos como: la religión,
el color, el lugar de origen, el género las creencias,etc…Se puede decir que la
discriminación es cuando se pone limite a una persona o se la hace sentir
diferente a las demás. Muchas veces se genera discriminación por tener la idea
equivocada de ser mejor que otros o por prejuzgar a la persona cuando no la
conoces, por ejemplo, en Santiago 2:4 podemos ver que nos deberíamos juzgar a
nosotros mismos y tratar de ser jueces de pensamientos negativas propios. Además
la discriminación rompe el concepto de igualdad de derechos para los individuos
por diferentes motivos.
Todas las personas deben tener las mismas oportunidades para
acceder a un trabajo y no se debe ser objeto de discriminación, hasta todos
pueden acceder a Jesús, en Juan 6:37
dice: “Todo lo que el Padre me da vendrá a mí, y al que a mi viene no le echo
fuera”. Esto quiere decir que si ni siquiera Dios hace discriminación ¿Quiénes somos
nosotros para hacerla?
Durante los últimos años ha habido esfuerzos por reducir la discriminación
laboral por causa de la edad, determinadas incapacidades físicas o por la
propia orientación sexual.
Dios manifestó su maravilloso mor que tiene por nosotros desde
que nos creó, que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios tanto el hombre
como la mujer, como se nos dice en Génesis 1:26-27. Nos hizo iguales, no nos
discrimino por el sexo.
Además manifestó su infinito amor por toda raza humana al
entregar Dios, a su hijo unigénito en la Cruz del Calvario para salvar al
pecador, para que nadie se pierda y para que se pueda gozar de la vida eterna Juan
3:16
Además pudo describir
la pared intermedia de separación entre los judíos y los gentiles Efesios 2:14,
demostrándonos así que para, Él todos somos iguales ante los ojos de Dios. Somos
sus criaturas amadas y todos los que acudan a Él en cualquier circunstancia o necesidades
no los echa fuera, Él los atiende y recibe con amor los unos con los otros,
como se nos dice en Juan 13:35.
Fue el apóstol Pedro que en hechos 10:34 dijo: “Por verdad
hallo que Dios no hace acepción de personas”.
Como cristianos debemos
poner en práctica este sabio consejo, no haciendo diferencias entre las
personas como nos enseñó Jesús cuando estuvo aquí en la tierra, también debemos
amar como el amo sin
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